sábado, 1 de marzo de 2014

Casco de Valentino Rossi - Cinco Continentes - Mundial 2010.


Hola guap@s,

Si yo pensaba que mi mayor reto hasta el momento había sido la pala de padel que le hice a Sergio por su cumpleaños, no estaba equivocada, estaba equivocadísima. 
Un fin de semana de noviembre, vinieron a casa mis primos con su hija Paola para tomar una cervecita y vernos un rato.

Estuvieron viendo las cosas que hago en fondant, y de pronto la hija de mis primos me preguntó si yo sería capaz de hacer un casco de moto (y como soy así de lanzada y no se decir que no), le dije que si, que por supuesto, que cual era casco que quería.
Me dijo que su chico es fan de Rossi y que había un casco en particular que le gustaba muchísimo. Pero que no lo quería para comer, sino para decoración. Así que ahí me planté a darla un “Master del Universo” de como hacer algo en fondant a modo decorativo. Paola flipaba, estaba super ilusionada. 
Y yo… hasta que vi las fotos… Oh my god!!!!!  Casi me da una angina de pecho, pero como me comprometí con ella, agarré al toro por cuernos y dije: “que salga el sol por Antequera”. No era solo el modelo, eran todos los detalles que este casco lleva. De los cientos que cascos que tiene que tener Valentino Rossi, tuvo que elegir uno de los mas complicados. 
Gracias a Pat Smith, profesora de Escribà Academy, Barcelona, conseguí contactar con los chicos de Drasticwork. Rafa e Iris son estupendos y dos profesionales como la copa de un pino. Les dije lo que quería y me lo prepararon. El único inconveniente es que las medidas no eran exactamente las que queríamos, pero no fue culpa de ellos, yo conseguí unas medidas, se las di a Rafa, y me llego a casa el cojo-casco. Vamos el doble de un casco normal.

Compre material como para una boda, y me puse manos a la obra.

Y aquí viene cuando la matan. Los colores… esos grandes desconocidos y que si no hubiera sido por Sergio, me hubiera desesperado el primer día. Un consejo, jamás intentéis sacar un color en grandes cantidades a base de mezclar tintes sin ser un profesional de los colores, es muy difícil, hay que tener mucho conocimiento de la materia, y os aseguro que lo que hay en la red no tiene nada que ver con la realidad. Sergio lo conoce porque lleva 21 años trabajando en el mundo de la imprenta y entre otras cosas, mezclando colores. Estropeé como unos 2 kilos de fondant. Intentad comprar los colores ya hechos. Hoy por hoy hay infinidad de colores ya hechos.

Lo primero que hice fue buscar información en internet sobre el casco solicitado… madre mía, cada vez que veía las fotos más miedo me daba.

Una vez me hice con toda la documentación, fotos impresas, detalles, etc, cogí el casco de porexpan y me lo dibujé entero para ir sacando las plantillas.




Una vez tuve hechas las plantillas, forré el casco con fondant. Está primera capa, me serviría de base para el resto. Me costó la misma vida, era tan grande la pieza de fondant que al pasarla de los brazos al casco se abría. Así que al final tuve que hacerlo en dos veces. Debido a la forma del casco había zonas que se quedaban huecas y tenía que correr mucho para que no se rompieran con el peso. Creo que esta parte fue la peor. El fondant que utilicé fue de la marca Credipaste. Para pegarlo utilicé pegamento comestible, también se puede utilizar pinping gel, pero en ningún caso se puede utilizar pegamento normal porque se come, literalmente, el porex.





Una vez estaba más o menos seco, comencé con la decoración superior.




Tanto el amarillo del círculo y de los rallos traseros como las llamas superiores es fondant blanco teñido con tinte en gel de Progel. Un tinte maravilloso. Con muy poco se tiñe bastante y los colores son intensos, que este caso es lo que buscaba.





Una vez hecha esta parte, continué con la luna. Si el forrado inicial fue dificil, la luna no os quiero ni contar. La parte trasera del casco no es esférica, termina con forma ovalada, y eso hacía que la luna se deformase, por no contar la parte de lo complicado que es pegar algo en posicion vertical de ese tamaño. Pero bueno, se consiguió. La parte frontal fue lo último que cubrí por si tenía que apoyar el casco en un momento dado en otra posición que no fuera la original. Aunque todo esto me iba dando cuenta conforme iba avanzando.
Esta la hice con fondant negro de Credipaste, una de las marcas que mas me gustan. Es un fondant muy elástico y  se trabaja bien.





Las estrellas están pintadas con un palillo y pintura metálica plateada comestible de la marca Rainbow Dust. Al ser detalles tan pequeños no la mezclé con ginebra.

Comentaros que entre paso y  paso, iba dejando secar el fondant.
Una vez terminé la luna forré la visera... y de nuevo ... otra misión imposible. Pero bueno, con paciencia y constancia todo se consigue. 

A continuación hice las llamas de la parte inferior del casco y en  la parte superior de la visera puse una tira de adorno para tapar imperfecciones.
























Una vez llegué a este punto, me fuí animando. Ya le veía un poco de forma y no solo un trozo de porex forrado de azúl.

Ahora venía la parte que mas me atraía, la decoración. Comencé por el dragón, el cual dibujé en el fondant y luego lo pinté. Para pintarlo usé colorantes en gel de Wilton y Sugarflair. Estos últimos junto con los de Progel me encantan. Los de Wilton no terminan de convencerme para determinadas cosas. Por ejemplo para pintar si, pero para teñir no. Hay que echar demasiada cantidad de tinte y al final eso perjudica al fondant y termina estropeándolo. 

 
  





 









Tardaba bastante en secar, es lo que tiene hacer este tipo de trabajos en invierno. Y para colmo no paraba de llover. Na había llovido en todo el santo invierno y la última semana de diciembre y las primeras de enero no paraba. Utilicé la luz de un flexo para acelerar el secado.
Así que mientras parte del dragón se iba secando, continué con el resto de la decoración. Me fui al lado contrario del casco para evitar rozar el dragón. Y me lié con la mano. Esta al ser una superficie más pequeña, tardó menos en secar.





Con la ayuda de una extructora de aluminio, comencé ha hacer las tiras que bordeaban las las llamas traseras, el borde de la luna y demás.




Esto es una buena inversión. Rondan los 25/28 euros y puede ser así o en pistola. Yo personalmente prefiero este modelo.
Continué decorando el casco hasta que el dragón estuvo seco... y volví al ataqueeeerrrrrrr!!!!















Cuando terminé el dragón, la sensación fue... increible. Ver lo que había sido capaz de hacer. 
Para terminar lo rocié con un spray de PME GLAZE SPRAY CLEAR. Es un spray que se utiliza para dar un terminado de brillo y es una forma de proteger el fondant. Pero cuidado al utilizarlo, antes de hacerlo cubrir bien la superficie sobre la que se encuentre el objeto a rociar.

Así que este es el resultado final. Como mi primo Rafa es fotógrafo, le hizo unas fotos chulas para publicarlo.



 








Espero que os halla gustado. Si tenéis cualquier duda o queréis preguntarme algo, ya sabéis.


Patricia































4 comentarios:

  1. Es espectacular!! Que trabajo!! Te felicito.
    Te debia una visita!! Besitos.

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  2. Dios mio que trabajazo!! Que arte te felicito... Me he quedado alucinada, un aplauso compi ;)

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  3. Dios mio que trabajazo!! Que arte te felicito... Me he quedado alucinada, un aplauso compi ;)

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